OPINIÓN
Claudia Delgadillo*
“En un país donde la desigualdad es la constante, la búsqueda de la paridad de géneros en materias tales como la política, no soluciona las injusticias, pero es un buen comienzo”
En todas partes que camino me preguntan mi opinión sobre la resolución del Tribunal Electoral de la Federación que se pronuncia sobre la paridad de género en las candidaturas de los partidos a las gubernaturas otorgándole el carácter de obligatoriedad al otorgamiento de oportunidades a las mujeres que transitan por este difícil camino de la política, y que ha llevado en cascada a que la paridad sea una norma en las candidaturas de los partidos en diputaciones, presidencias municipales, y regidurías, el tema es difícil de tocar siendo yo una mujer, me explico, la paridad no se otorga a las mujeres como un acto reivindicatorio, se reconoce como un principio democrático básico, no podemos como mujeres enviar el mensaje que tomamos esto o más de lo que legítimamente nos corresponde en pago a lo antes sufrido, sino porque el reconocimiento de los principios básicos del ser humano de ser respetado con todos sus derechos y no a ser discriminados son elementales en una sociedad justa y moderna.
El beneficio no solo alcanza a las que actualmente luchamos contra la tradición sexista en la política, sino será el aliciente para aquellas niñas que al crecer quieran ver hacia la política como una vocación de entrega a la sociedad, donde si puedan lograr acceder a los puestos que su esfuerzo y talento les abran, y no sentirse relegadas a una función de meras comparsas de un carnaval al que no fueron convidadas.
Pero; ¿Qué pasará cuando las mujeres compartan las sillas del poder en México? De entrada ninguna normativa, ninguna decisión, ni un solo programa saldrá de los edificios del poder que le niegue a la mujer el ejercicio de sus derechos, de protección a su integridad física, de aliciente a sus esfuerzos, y a su condición de madre cuando sea el caso, de ejemplo social, de primera y principal educadora de la familia.
Las mujeres somos ejemplares en este país de desiguales, y seguiremos siéndolo en un México de pares, en Morena creemos en la paridad, y se los dice quien compitió en el segundo municipio más importante de este país como candidata a la presidencia municipal, y dí la batalla en las calles, en los medios, en los estrados y en las urnas, nadie ni nada puede despreciar nuestra lucha cuando la hacemos enarbolando no solo las siglas de un partido político, sino la de todas las mujeres que vienen atrás empujando por este México que tanto queremos.
Bienvenida sea la paridad si viene acompañada del respeto hacia la mujer, no es solo llenar espacios, es darles voz, es respetar sus talentos, es reconocerlas como una parte importantísima en el proceso de gobernar, legislar y dictar justicia, y en este reconocimiento, en este darle voz está la verdadera reforma de nuestra nación, cuando todos llevemos dentro la paridad, si eres jefe y otorgues a las mujeres los mismos derechos que a los hombres, si eres padre le otorgues las mismas oportunidades a tus hijas que a tus hijos, si eres director de una escuela y las mujeres sean alentadas y respetadas tanto o más por su condición más susceptible que a los varones, si eres directivo de futbol que tus equipos femeniles ganen lo mismo viajen de la misma forma y te generen el mismo interés que sus pares masculinos, en ese momento sabremos que este país es igual para todos, y que todos somos iguales ante la ley, ante el gobierno, empresas, familia, equipos y en todos los sitios donde las mujeres quieran desarrollarse.
Gracias por su atención y “Seguiremos luchando por ti en Guadalajara”.
*es regidora de Guadalajara