Decirme 13
Manuel Ponce
La necesidad de superar el pensamiento sectario.
Guadalajara, Jalisco.- El pensamiento sectario se manifiesta en una cerrazón emocional y mental, ideas hacia creencias o prácticas que difieren de las propias y suelen ir acompañadas de una profunda inspiración de que sólo al grupo al que se pertenece posee la verdad o la moralidad absoluta, este comportamiento es un comportamiento que ha existido a lo largo de la historia humana y ha sido responsable y lo es de muchos conflictos persecuciones y divisiones profundas en diversas sociedades alrededor del mundo.
La izquierda mexicana a lo largo de su historia ha padecido de esta característica su raíz se encuentra en el dogmatismo y en el miedo a lo diferente, a lo desconocido, miedo a perder el control o a que se desdibuje la identidad, en lugar de abordar la compleja problemática social a través del estudio analítico, la comprensión y el diálogo las personas que incurren en el sectarismo, creen blindarse con barreras de intolerancia y prejuicios en lugar de consolidarse en las virtudes o posibilidades de lo que se cree, los sectarios, se afirman negando a los demás, al otro aquel que piensa de manera diferente.
Así entonces en una propuesta diferente como es el caso de la opción que representa a Omar García Harfouch en la ciudad de México, se convierte en una amenaza para quién se cree dueño de la verdad y cualquier intento de la verdad se ve obstaculizado por la desconfianza e incluso por la hostilidad.
El pensamiento sectario no reside únicamente en la animosidad hacia los demás sino también en propiciar el desarrollo y prevalencia de un proyecto político, por eso incurren los sectarios en el autoengaño, en la creencia de qué es lo que piensa y representa un grupo político, es el sentir de la sociedad, muchas derrotas electorales se han producido gracias a la confusión que existe entre lo que aspiran los dirigentes y lo que sueñan los ciudadanos.
En la ciudad de México se tuvo un serio descalabro electoral en el 2021, una de las causas del mismo es que no se supo calibrar adecuadamente los cambios que se habían producido en la sociedad capitalina, lo que piensan algunos dirigentes o editorialistas de izquierda no necesariamente es lo que desea la sociedad, definir una candidatura pensando primordialmente o únicamente en los méritos ideológicos y políticos de un líder, sin tomar en cuenta a la diversidad de el pensamiento de la sociedad nos puede conducir al aislamiento en el ámbito social de la cuarta transformación.
El pensamiento y la acción sectarias pueden tener consecuencias devastadoras si un grupo se autodefine como el más fiel representante de un proyecto político, se enfrenta a los demás, entra en conflicto y se vuelve difícil, muy difícil colaborar en objetivos comunes o convivir con madurez y tolerancia, la conducta excluyente divide, discrimina y erosiona una ruptura organizativa en la actual encrucijada de la cuarta transformación, que requiere una propuesta amplia que represente no sólo a los ya convencidos sino a los cientos de miles de personas que piensan con diversidad de puntos de vista.
El pensamiento sectario de una parte de la izquierda mexicana no es intrínseco a su naturaleza, que no es producto de su historia y también de los intereses creados a partir del disfrute de cierto poder este pensamiento, debe ser desafiado y modificado a través de la poderosa herramienta que representa la educación y formación política ideológica que promueve el pensamiento crítico, la empatía y el respeto a la pluralidad, la propuesta de la cuarta transformación en la Ciudad de México y en el país, debe convivir e interactuar en ambientes multiculturales, pluriclasistas en la multiplicidad étnica para poder comprender y representar también a aquellos que son diferentes a nosotros; el humanismo mexicano implica humanizar a los otros y desmitificar las diferencias, para ganar una elección es preciso sumar a los diferentes lograr su consenso y aprobación, eso genera legitimidad y confianza en el progreso individual y colectivo.
Se trata de construir comunidades más inclusivas tolerantes y con cohesión, es claro que las tres preocupaciones centrales de la gente, tanto en la ciudad capital como en el país son la seguridad ciudadana, la estabilidad y crecimiento del ingreso económico y la justicia social con libertades democráticas, eso es justo lo que logró la administración de Claudia Sheinbaum y una pieza fundamental fue el desempeño de Omar García Harfouch en la secretaría de seguridad ciudadana, esa dupla puede seguir operando con éxito con Claudia como presidente y Omar como jefe de gobierno.
Debemos hacer un compromiso quede quien quede, hombre o mujer, en las nueve entidades se debe alejar el sectarismo, de tener una actitud de cerrazón ante los que no apoyaron a su favorito porque entonces se pone en riesgo de perder, “a mi me ha tocado ver muchos episodios de líderes que como dice un cronista de fútbol la tenías era suya y la dejó ir” porque no sumo a los demás.
Tenemos que entender eso y este tema del sectarismo es un tema no sólo de la política, sino de la religión y de la vida misma, ahora estamos en presencia de un nuevo capítulo de la larga historia del conflicto árabe israelí más allá de lo cruel y bárbaro de las acciones que han existido de ambos bandos a lo largo de la historia que subyace detrás de un cierto fundamentalismo sectario de ambos lados; ¿pero cuál es el camino a la solución? el entendimiento, la tolerancia, la inclusión, el respeto a la forma distinta de pensar eso es una cultura democrática.
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